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Grupo de Acción Católica General de Adultos

Acción Católica GeneralLa Acción Católica General es un Movimiento Eclesial dirigido por laicos al servicio de la Iglesia, que se caracteriza por su peculiar vinculación con la Jerarquía.

Los objetivos y fines de la Acción Católica son;

  1. Un compromiso de vida espiritual
  2. Un compromiso de formación permanente
  3. Un compromiso de acción.

La A.C. se dirige a todas aquellas personas que quieran participar en la pastoral diocesana de una manera estable y asociada a través de las Parroquias, donde se encuentra el lugar idóneo para su realización.

En nuestra Parroquia nos reunimos todos los miércoles por las mañanas de 11,30 h. hasta las 13 h. en la Cafetería 1 de la Parroquia. El tercer jueves de cada mes tenemos RETIRO ESPIRITUAL en el Oratorio, a las seis de la tarde, con el rezo del Rosario, meditación, exposición del Santísimo, Vísperas y Bendición…

La metodología que seguimos es la de la REVISIÓN DE VIDA. Es ver nuestra vida, analizarla a través de la luz del Evangelio, ver qué nos dice Jesús para nuestra santificación y de ahí sacar un compromiso.

Todo esto apoyado con un plan de formación que nos viene dado desde el Consejo Diocesano, de quien recibimos todas las directrices.

Grupo de Acción Católica GeneralTodo esto nos lleva a integrarnos de forma muy comprometida en la Pastoral Parroquial para lo que nos necesiten. Colaboramos en todas las Campañas Diocesanas. Llevamos la Campaña del Domund y todas las demás misioneras, como son Infancia Misionera, Misioneros Diocesanos, Clero Indígena  y Manos Unidas. Colaboramos en Cáritas (en su campaña anual, y en el Ropero), y también en el Rastrillo.

Me incorporé a la A.C. a la salida de mis años de Colegio.

Mis padres, desde que yo recuerde, han pertenecido siempre a la A.C., y por ello, encontré lo más natural, a la salida del colegio, incorporarme en mi Parroquia del Sagrario de Sevilla, al centro de la Juventud Femenina de A.C. donde estuve hasta que me casé.

Como me fui a vivir fuera de España tuve que dejar la A.C. durante algunos años, hasta que volvimos y nos instalamos definitivamente en Madrid. A partir de entonces entré en el Centro Parroquial de San Juan Evangelista, donde estuve primero como Vocal de Misiones y después como Presidenta, donde sigo. Durante varios años estuve colaborando en el Consejo Diocesano como Responsable de los Centros de A.C. de la Vicaría II.

¿QUÉ HA SUPUESTO PARA MI LA A.C.? Pues un camino de seguimiento a Cristo para aprender a conocerle y amarle cáda vez más, y un servicio a la Iglesia en unión con mis hermanos, en un apostolado asociado. En éste camino, lo primero que me hace es sentirme Iglesia. Sentir que Cristo me ha llamado a formar parte de la Iglesia Diocesana para servirla y amarla, y que me necesita. Que no estoy sola, y que tenemos una Jerarquía que nos apoya y nos ayuda. A través de nuestros planes de formación y de Revisión de Vida, he conocido los documentos del Magisterio de la Iglesia, tanto del Papa, como los de la Conferencia Episcopal, el Vaticano II, el catecismo de la Iglesia, etc. Una cosa que me ha gustado mucho es que siempre en A.C. nos han tenido informados de todos los documentos nuevos que han ido saliendo, para poder estar al día, leerlos, estudiarlos y darlos a conocer a los demás, y así enriquecernos todos.

Con los cursos recibidos de formación y sobre todo los de Liturgia, valoro y vivo mejor las celebraciones sacramentales, y sobre todo la Liturgia de las Horas, como oración de toda la Iglesia. Ahora sigo profundizando en todo ello desde el grupo de Liturgia de mi Parroquia.

También la A.C. ha supuesto para mí una escuela de Apostolado, aprendiendo a ver a las personas que me rodean como parte del cuerpo de Cristo, trabajando en las Campañas Diocesanas y Parroquiales de Misiones, Manos Unidas, Cáritas, Rastrillo Parroquial etc., y estando disponible (dentro de mis limitaciones) para lo que la Iglesia me pida.

En éste camino, son muchas las personas que me han ayudado a madurar en mi fe. Primero mis padres, de los que recibí un ejemplo maravilloso. Después Consiliarios y sacerdotes, que con sus ayudas a lo largo de toda mi vida, me han aconsejado en todas mis actuaciones. Y por último cantidad de Militantes que, con el ejemplo de sus vidas me han hecho sentirme orgullosa de pertenecer a la Acción Católica sirviendo desde ella a la Iglesia. 

Margarita Ramos
Miembro del Grupo de Acción Católica General

Estamos abiertos a todas las personas que se quieran incorporar a la Acción Católica para compartir con nosotros éste plan de vida. Si estás interesado en acompañarte, rellena el siguiente formulario y nos pondremos en contacto contigo

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